jueves, 1 de septiembre de 2011


La sensación de profundidad en una superficie bidimensional puede ser creada proporcionando a cada ojo información visual diferente. Las técnicas empleadas para producir esta ilusión óptica tridimensional suelen implicar que, en el proceso de filmación, se empleen dos cámaras simultáneamente para obtener imágenes con distintos puntos de vista. Así mismo, durante la proyección, los espectadores suelen emplear algún filtro que separa, de distinto modo según la técnica, las imágenes superpuestas para que sean recibidas por cada ojo independientemente. La corteza visual interpreta estas imágenes añadiendo la sensación de profundidad, del mismo modo que normalmente recibe imágenes de cada ojo con distintos puntos de vista.
Las gafas 3D pasivas de lentes anaglíficas usan dos lentes de colores diferentes (generalmente rojo y cián) para filtrar las imágenes de una película 3D. Estas imágenes de anaglifo basan su funcionamiento en el fenómeno de síntesis de la visión binocular. Son imágenes de dos dimensiones capaces de provocar un efecto tridimensional, cuando se ven con lentes de color diferente para cada ojo. A la imagen principal, situada en el centro, se le añaden dos imágenes filtradas por color, una roja y la otra cián, superpuestas y ligeramente desfasadas en posición.